En el estilo de crianza que tienen los padres con sus hijos están en constante interacción el afecto, la exigencia y la firmeza. Empezaré definiendo y ahondando en el estilo de crianza autoritario.
Por Rosa Cornejo Briceño. 03 julio, 2023. Publicado en Correo, el 1 de julio de 2023.
Imaginemos lo siguiente: cuando un niño viene al mundo, nosotros recibimos un libro en blanco y los primeros capítulos de este son escritos por nosotros línea por línea. A medida que pasan los años, los autores de este libro de la vida se multiplican. Nuestro impacto sobre ellos es inmenso.
En el estilo de crianza que tienen los padres con sus hijos están en constante interacción el afecto, la exigencia y la firmeza. Empezaré definiendo y ahondando en el estilo de crianza autoritario.
Aquí, la interacción entre el afecto y la exigencia está desequilibrada. Por un lado, los niveles de afecto tienden a ser bajos: se trata de un afecto controlado, no explícito, podría existir distanciamiento entre los padres y los hijos, frialdad en las relaciones, cierta hostilidad y rechazo. Este estilo de crianza es muy común en los papás varones, sobre todo.
Por otro lado, los niveles de exigencia son elevados: hay normas muy estrictas que deben seguirse, hay control y restricciones de conducta, hay poca o nula mediación a través del diálogo y son muy comunes los castigos estrictos; no hay flexibilidad y no se consideran las circunstancias que rodean a cada acción o decisión de los hijos.
Generalmente, en los hogares regidos por este estilo, “no se llora”, “se hace lo que yo digo porque sí”, solo existe la aprobación tras una conducta buena o que cumpla con las reglas establecidas por los padres.
Como consecuencia, sucede que los chicos criados de esta manera presentan baja autoestima porque no han podido tomar sus propias decisiones mientras crecían, sus elecciones de carrera profesional o pareja buscan agradar a sus padres o ajustarse a lo establecido por la sociedad, tienen dificultad para expresar sus emociones y, en muchísimas ocasiones, creen que el amor y aceptación que reciben de los demás deben estar sujetos a los propios méritos.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
